Mi padre solía decir que sólo nos acordamos de Santa Bárbara (Patrona de la Artillería Española) cuando truena y creo que es verdad, sólo nos acordamos de la calidad cuando ya no la tenemos.
Es muy importante, importantísimo diría yo, analizar la harina cuando nuestro producto alcance la calidad que estamos buscando. Ese es el momento!! Momento para analizar no sólo la harina, también los procesos, proveedores e incluso los trabajadores que hacen que todo el proceso engrane a la perfección.
A veces lo asemejo a un equipo de fútbol «normalito» que consigue una victoria ante el Real Madrid o Barcelona.
¿No crees que el entrenador del equipo modesto analizará pormenorizadamente cada uno de los cambios en la alineación que le han llevado a la victoria?
De la misma manera una analítica pormenorizada de tu harina cuando todo va bien es como un buen sastre tomándote medidas.
Cuatro analíticas serían perfectas. Me explico:
En verano estás algo más relajado y bebes más cerveza. El sastre lo notará cuando te mida la zona abdominal 😉
De la misma manera tu harina ideal será en verano un poco más flojita pues el calor y la humedad la vuelven más nerviosa.
-¿Qué conseguiremos analizando todos los parámetros en todas las estaciones del año?
Tus medidas reales! Los parámetros que definen tu harina ideal
-¿Qué pasará entonces cuando la harina no vaya bien?
Que una vez analizada, la compararemos con los parámetros de tu harina ideal y así tu proveedor habitual sabrá donde ha metido la pata y le será muy fácil enviarte en la siguiente partida una vez más, tu harina ideal.
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